¿APLAUSOS ...?

ENERO DEL 2017

Los aplausos ... ¿Creéis que son importantes? ¿Qué valor tienen? ¿Les importan a nuestros alumnos? ¿Le importan a la sociedad? ¿Por qué aplaudimos? ¿Qué queremos trasmitir con ello? ¿Deberíamos aplaudir más?

En fin, supongo que cada uno tendrá sus propias respuestas y seguro que todas respetables. Pero, esas, ahora, no me interesan. Si lanzo estas preguntas es porque el otro día una alumna me decía que no entendía por qué algunos profesores no los dejaban aplaudir tras la exposición oral de un compañero/a en el aula ...

Mi cara reflejaba incredulidad y, entonces, otros compañeros confirmaron lo que estaba oyendo. Intenté quitarle importancia haciendo alusión a que quizá cuando aplaudían lo hacían para molestar, pasar el rato, de forma excesivamente llamativa y al profesor/a esto no le parecía que fueran formas de felicitar a otros compañeros por su trabajo ...

Pero lo cierto es que no lo comprendo ... El aplauso es necesario para cada alumno, cada trabajo, cada proceso, cada evolución, independientemente de cómo lo haya hecho. Salir y hablar delante de sus iguales, en ocasiones, les supone mucho estrés, inseguridad y el aplauso les deja un buen sabor de boca, les hace sentir bien, relajados, que han cumplido con su labor y que son recompensados ...Sí, a veces se alargan, algún silbido se oye, ¿y qué? Tan molesto es eso que le negamos al alumno ese minuto en que se olvidan los errores de pronunciación, los segundos en blanco, el sudor resbalando por la espalda, las manos que se mueven sin control, la mirada que no sabemos dónde colocar, los datos que hemos olvidado ... Son solo unos minutos, pero a ese chico o chica, que se pone delante de sus compañeros, le parecen eternos ...

Quizá el problema es la falta de hábito, aplaudimos poco a los que hacen algo bien, da igual el ámbito. El aplauso, la felicitación a un igual parece molestar ...

En fin, cada uno seguirá teniendo su opinión y yo seguiré dejando que mis alumnos aplaudan a sus compañeros cuando presentan sus trabajos sean del tipo que sean...

Manoli Fernández Martín Todos los derechos reservados
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